¿Cuales son los anillos que se llevan de moda?

La moda de verano es, cuando menos, curiosa. Al tiempo que nos desprendemos de capas y destapamos paulatinamente el cuerpo aliándonos con prendas con cortes en tamaño mini, los accesorios estivales practican justo lo contrario, se rinden al exceso y en muchos casos se convierten en protagonistas de nuestros looks. En lo que a joyas se refiere, abandonamos las piezas diminutas para rendirnos a lo maxi, bisutería a todo color y en una dimensión descomunal que ya se deja ver en las redes sociales.

 

Este verano de 2021, los anillos están gozando de un dominio especial en las manos de las prescriptoras, tanto que podemos hablar de un diseño en concreto como triunfador: el sello, una joya que viene de la década de los 80 y que hoy aman y veneran las influencers al unísono.

El cierre del año en materia estética significa hablar de lo que se vestirá en general, en particular. ¿Que por qué incidir especialmente en este tipo de aderezos, los que (ya se sabe) mayor y mejor vinculación emocional tienen con quien los lleva? Porque tradicionalmente son un campo de experimentación perfecto para la fantasía, el territorio seguro para miradas y manos que se recrean con placer. Y todas las combinaciones y adjetivos que se quieran buscar. La joyería es, en definitiva, el lugar donde lo que parece una idea (casi) nueva en la moda, el escapismo, siempre ha tenido su razón de ser.

La evasión de una realidad que la mayoría parece haber consensuado como poco halagüeña se ha convertido en una constante entre las colecciones de pasarela cuyas prendas se enmarcan dentro, pero   también una máxima visible, cómo no, en las joyas tendencia en 2021. ¿Que cómo se plasma ese concepto? En varias características comunes:

1. Perderle el miedo al color. Las piedras de colores son cada vez más escasas y, por tanto, una  pero también pueden suponer ese punto diferenciador que saca a las prendas básicas de lo previsible.

2. Abrazar las formas orgánicas. Las flores siempre han tenido un espacio ineludible en el mundo de la joyería, y este año no va a ser menos. Es más, la flora termina dando paso también a la fauna, haciendo que los animales también se conviertan en protagonistas de pulseras o collares  3. Explorar siluetas en el siglo XL Aunque las líneas finas siguen teniendo cabida en el universo joyero, los eslabones monumentales, los cierres llamativos, los pendientes largos o los collares que sobrepasan la línea de las clavículas son una constante entre las propuestas de las grandes casas.

¿Significa todo esto que las coordenadas. Ya no existen en el imaginario y los joyeros? Ni muchísimo menos. Ese tipo de piezas continúan muy presentes en tanto que se han convertido en fondo de armario joyero, especialmente formado por el anillo la cuestión es que ahora, y el próximo año, conviven y convivirán con otros perfiles más contundentes y vibrantes que se alejan de la antes ansiada discreción para hacer pensar, aunque solo sea por un momento, en un universo (casi) de cuento.